Cuando hablamos de materiales de embalaje, la película retráctil de PVC (cloruro de polivinilo) es una opción común y ampliamente utilizada. Se prefiere por su alta transparencia, buena tenacidad y termocontraíble. Sin embargo, a pesar de sus numerosas ventajas, la película retráctil de PVC soplada no es adecuada para un almacenamiento prolongado.
Necesitamos comprender las propiedades básicas de la película retráctil de PVC soplada. El PVC es un termoplástico que se puede ablandar y remodelar mediante calentamiento. Sin embargo, este material puede enfrentar algunos problemas durante el almacenamiento a largo plazo.
Fenómeno de envejecimiento: después de un almacenamiento prolongado, la película retráctil de PVC soplada puede verse afectada por el aire, la luz, la temperatura y otros factores, provocando fenómenos de envejecimiento. El envejecimiento hará que las propiedades físicas de los materiales disminuyan, como volverse quebradizos, duros y reducir la transparencia. Esto afectará el efecto del embalaje y la estética de la película retráctil de PVC soplada.
Adhesión y deformación: Durante el proceso de almacenamiento de
película retráctil de PVC soplada , si las condiciones de almacenamiento son inadecuadas (como temperatura excesiva, humedad excesiva, etc.), puede causar adherencia entre las capas de la película, dificultando la separación de los rollos de película. Además, el almacenamiento prolongado también puede provocar que la película retráctil de PVC soplada se deforme, afectando su efecto de uso.
Degradación y liberación de sustancias nocivas: durante el proceso de producción y almacenamiento de la película retráctil de PVC soplada, puede verse afectada por algunos factores inestables, como oxidación, hidrólisis, etc. Estos factores pueden causar que la cadena molecular del PVC se rompa, liberando así sustancias nocivas. sustancias. Estas sustancias nocivas pueden causar daños potenciales al medio ambiente y la salud humana.
Por lo tanto, si bien la película retráctil de PVC soplada funciona bien durante el embalaje y envío a corto plazo, no es adecuada para el almacenamiento a largo plazo. Si necesitas almacenar los productos durante mucho tiempo, se recomienda elegir otros materiales de embalaje más adecuados, como latas de metal, botellas de vidrio o plásticos degradables. Estos materiales pueden mantener buenas propiedades físicas y estabilidad química durante el almacenamiento a largo plazo, protegiendo así mejor los productos y reduciendo la contaminación ambiental.